A pesar de que la carne de caza destaca por tener unas características organolépticas y nutricionales propias que la distinguen del resto de carnes, sigue siendo un producto cuyo consumo se suele circunscribir solamente al ámbito de los propios cazadores por la dificultad que tienen el resto de los consumidores para tener acceso a ella de forma habitual.
La carne de caza puede proceder de animales de caza mayor y de caza menor, pudiendo ser tanto caza de pluma (aves) como caza de pelo (mamíferos). Estos últimos pueden ser ungulados (ciervo, jabalí, corzo, gamo) y lagomorfos (conejo, liebre). Las aves pueden ser terrestres o acuáticas (patos); sedentarias (perdiz) o migratorias (becada).
En el año 2021 lanzamos desde COCINANDOCAZA una consulta para conocer la opinión de los cazadores españoles sobre el mercado de la carne de caza, las campañas promocionales que se han hecho para promocionar su consumo y la aceptación del uso término “carne silvestre” en lugar del de “carne de caza” para mejorar la aceptación de los consumidores españoles.
Nuestro objetivo era centrarnos en conocer la opinión del grupo de consumidores que es el que la consume con más frecuencia, para poder extrapolar después una serie de conclusiones que pudieran darnos claves para mejorar su expansión entre el resto de los consumidores.
Para obtener la información se elaboró una encuesta con once preguntas que considerábamos las más importantes para obtener una información relevante y conseguimos una gran participación del sector cinegético que nos dio las siguientes opiniones sobre la carne de caza (CC):
- El 62% dicen que consumen habitualmente CC, lo cual nos da idea de puede ser un producto que puede entrar en las cestas de la compra de forma habitual, siempre y cunando se facilite el acceso al producto.
- El 54% dicen que la CC es más cara que otras carnes, lo que nos indica que es muy probable que para el resto de los consumidores que consiguen acceder a ella también les resulte un producto caro.
- El 85% dicen que las empresas cárnicas que se dedican a la transformación y posterior comercialización de la CC pagan unos precios bajos al cazador que la caza, cuestión difícil de entender por los mínimos costes de producción que tiene en comparación con la carne de vacuno criado en extensivo, por ejemplo.
- El 90% dicen que la CC tiene más potencial del que tiene actualmente, lo que nos indica que podría convertirse en un producto de consumo habitual en los hogares españoles.
- El 68% dicen no conocer campañas de consumo de CC, el 97% dicen que el consumo de la CC está poco promocionado y el 69% dicen que las campañas de consumo CC son mejorables. Todo ello a pesar de que el sector de la carne de caza ha desarrollados en los últimos años una campaña promocional financiada con un millón de euros, lo que da idea de lo desacertada que ha sido la estrategia de comunicación que se ha seguido para desarrollarla.
- El 46% dicen que rechazan usar el término “carne silvestre” como sustituto del de “carne de caza”, cuando el sector de la carne de caza centró su campaña de un millón de euros en eliminar la palabra “caza” para calificar este tipo de carne. Por la contra el 33% dicen preferir que se use el término “carne de caza silvestre”, lo que refuerza aun más el error que supone ocultar cual es el origen de este tipo de carne a los consumidores.