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Receta de panna cotta con mermelada de rebozuelos

Esta receta de panna cotta con mermelada de rebozuelos es solo una travesura para mostrarte la mermelada de rebozuelos y como hacer un postre fácil y delicioso. Además es un excelente acompañamiento para carnes y sobre todo es ideal para la carne de caza.

La panna cotta (en italiano literalmente ‘nata cocida’) es un postre típico de la región italiana del Piamonte. Elaborado a partir de crema de leche, azúcar y gelificantes, que se suele adornar con mermeladas de frutas rojas. Recuerda al flan, pero su sabor es más lácteo y tiene una textura más parecida a la de la gelatina que a la del flan.

 

Panna cotta con mermelada de rebozuelos Cantharellus cibarius

Ingredientes:

Panacota o panna cotta:

  • 1/2 l de nata líquida
  • 125 ml de leche
  • 50 g de azúcar
  • 1 vainilla en rama (opcional)
  • 4 láminas de gelatina «cola de pescado» (también se puede usar 10 g de gelatina en polvo o su equivalente en gelatina natural agar-agar)

Elaboración:

Comenzamos remojando las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría durante 10 minutos (si utilizas gelatina en polvo o gelificante natural agar-agar puedes saltarte este paso).

Seguidamente, ponemos una olla al fuego, añadimos la nata y la leche, llevamos la mezcla a ebullición (con la vainilla,) bajamos el fuego y dejamos que se cocine unos 5 minutos más, removiendo bien con una varilla para que no se pegue.

Retiramos la olla del fuego y añadimos las placas de gelatina ablandadas y el azúcar (si no tienes una vaina de vainilla puedes sustituir el azúcar normal por azúcar avainillado)  y remover hasta que se hayan disuelto completamente.

Repartimos la mezcla en 4 recipientes para postres, moldes de silicona o en unos vasos de cristal y dejamos que se enfríe un poco antes de meter en la nevera.  Las dejaremos en el frigorífico, durante al menos 3 horas. Momento en el que estará estupenda para acompañar con la mermelada que más te guste. Con esta mermelada de Cantharellus cibarius, está para chuparse los dedos y sobre todo para dar un punto diferente y original a esta sencilla receta.

Mermelada de rebozuelos:

  • 300 gr de rebozuelos Cantharellus cibarius
  • 200 grs. de azúcar
  •  50 ml de agua
  • ralladura de naranja
  • opcional la piel de una manzana

Elaboración:

Podemos aromatizar nuestra mermelada con canela, con una vaina de vainilla, con un chorrito de licor, un vino dulce o mezclar con manzana. Pero si es la primera vez que la haces, mi consejo es que no le pongas ningún toque para que disfrutes de los aromas naturales de esta seta, después juega con la receta y aporta tu toque personal, con lo que más te guste.

Limpiamos bien, los rebozuelos . Primero en el monte y después en casa bajo un fino hilo de agua del grifo, para quitar restos de tierra o polvo. Escurrir bien y secar las setas.

Una vez limpias, las troceamos y reservamos. Dejaremos algunos ejemplares en entero para decorar nuestra elaboración.

En una cazuela añadimos el azúcar, la cáscara de limón, naranja o lima y el agua. (en este paso puedes añadir un chorrito del licor o vino fino con el que quieras aromatizar la mermelada)

Ponemos al fuego para que se disuelva totalmente el azúcar, momento en el que añadiremos nuestras setas limpias y troceadas. Dejamos que se cocinen, sin dejar de remover, hasta que al meter la cuchara veamos el fondo de nuestra cazuela y tarde unos segundos en volver a cubrir toda la superficie.

Con cuidado de que no se nos queme.

 

Las setas no contienen pectina. «La pectina es un polisacárido que se encuentra de forma natural en una gran variedad de vegetales y en particular en frutas. Mezclado a temperatura media-alta en una solución con azúcar (o fructosa) y con la presencia de un ácido, es un potente espesante y gelificante. Es muy utilizado en la confección de mermeladas, gelatinas y «coulis». Como he dicho, está presente de forma natural en muchas frutas por lo que al hacer mermeladas nos estamos aprovechando ya de sus efectos espesantes sin necesidad de añadir nada, como es el caso de la mayoría de mermeladas, o la pasta de membrillo, por dar dos ejemplo». Por eso cuando hagamos nuestro almíbar base para preparar la mermelada de rebozuelos, podemos añadir la cáscara de una manzana y retirarla al terminar de cocinar nuestra receta, así obtendremos pectina natural en nuestra mermelada de rebozuelos u otras setas. Esto solo es opcional.

La mermelada la puedes dejar con los trocitos de seta en entero o triturarla para que quede fina. Aguanta en la nevera un  par de semanas, pero si la quieres conservar puedes embotar o envasar en frascos de cristal, bien higienizados, tapas nuevas y cocer al baño maría los botes bien cerrados, mínimo 45 minutos en agua hirviendo.

Momento de emplatar nuestra panna cotta con mermelada de rebozuelos. Aquí puedes jugar cuanto quieras. En mi caso como utilicé moldes de silicona y las porciones de postre eran pequeñas, puse un poco de mermelada y unos ejemplares en almíbar como decoración y contraste entre la suavidad del postre, el dulzor de la confitura y la textura de la seta.

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