Recetas de caza, jabalí, corzo, perdiz, conejo – Cocinando Caza

Receta de albóndigas de corzo con Cantharellus tubaerformis (tubis)

En casa nos gustan mucho las albóndigas, con carne de caza, de pescado e incluso de verduritas. Este plato sencillo de elaborar, nos da mucho juego en la cocina y sus posibilidades son infinitas, pudiendo ser protagonista en los picoteos, primeros plato, segundos o variando el tipo de sofrito y acompañamiento.

Incluso frías desde la nevera, cuando abres la nevera, a horas nocturnas o diurnas en las que no son horas para cocinar, jiji..

Vamos al lío, con  nuestra receta.

Receta de Albóndigas de corzo con Canthaellus tubaerformis

Ingredientes:

  • 600 gr de carne picada de corzo. (Al deshuesar la pata trasera, separamos las distintas piezas y escogemos para la receta, el tipo de carne ideal )
  • 1 huevo
  • miga de pan, remojada en leche ( es opcional, y si no lo hiciste nunca, atrévete…Queda la carne más suave, la carne más melosita y si no te lo dicen, ni te enteras. El resultado es excelente) 100 gr de pan sin corteza junto con 4 cucharadas de leche.
  • pimienta negra recién molida y sal (al gusto)
  • dos dientes de ajo majados en el mortero o en cuadraditos
  • pizca de nuez moscada recién rallada (es un  toque que a la carne de caza, le va de lujo. Si no te gusta puedes obviarlo)
  • orégano seco o fresco ( el que tengas)
  • una cebolla blanca
  • medio pimiento de cada (amarillo, rojo y verde. La gama de colores hace que sea más divertida y colorida la salsa, utiliza el tipo de pimientos que tengas a mano)
  • tomate natural rallado o tres cucharadas de tomate frito de calidad
  • romero fresco
  • cantharellus tubaeformis (tubis) en esta ocasión utilicé en conserva de la temporada pasada. A falta de frescas que aún no quieren asomar. Utiliza las setas que tengas a tu disposición, frescas o en conserva, silvestres o de cultivo. La carne de caza con el toque de las setas, sube un escalón en sabor)
  • un par de cayenas (al gusto)
  • harina (para formar las albóndigas)
  • aceite de oliva virgen

Para el picoteo

  • mermelada casera de zarzamoras, bayas de saúco, tomate o la que más te guste
  • pan
  • unas gotitas de aceite de oliva virgen
  • albóndigas recién sacadas de la sartén

Como primer plato que puedes acompañar con una ensalada de hoja verde, de tomate (la que más te guste, pero ligera)

  • espaguetis
  • aceite de oliva
  • tres dientes de ajo laminados
  • una cayena desmenuzada
  • dos hojas de laurel
  • aceite de oliva virgen
  • guiso de albóndigas de corzo con tubis ( del día anterior, lo que algunos llaman «las sobras»…jijii)

Elaboración:

Comenzamos picando la carne de corzo, sin añadirle ningún otro tipo de carne ni grasa. En un bol en el que habremos puesto la carne picada de corzo, añadimos la pimienta negra recién molida, la pizca de sal y de nuez moscada recién rallada, el orégano, la miga de pan, bien escurrida, el huevo entero. Mezclamos bien y dejamos reposar bien tapado en el interior de la nevera.

Preparamos nuestro sofrito o salsa. En una cazuela a fuego vivo, añadimos el ajo, la cebolla y los pimientos (cortado al gusto, en este caso, en cuadraditos pequeños para que se hicieran en poco tiempo), junto al aceite de oliva, doramos unos minutos y bajamos el fuego (queremos que pochen sin coger color). Cuando la cebolla tiene un aspecto transparente, añadimos las setas, Cantharellus tubaeformis ( estas eran en conserva de la temporada pasada, si las tienes frescas, en estas fechas, eres muy afortunado… jiji

En un próximo post, explicaré su limpieza y conservación, para poder disfrutar de esta delicia durante todo el año) le tengo medio hilvanado…

Cuando no quede líquido en el sofrito con la setas, añadimos el tomate rallado o tomate frito y el orégano. Dejamos unos cinco minutos con la cazuela tapada a fuego medio, que se cocine y concentren todos los sabores. Reservamos.

Momento de formar nuestras albóndigas de corzo, manos bien limpias o si dispones de una cuchara de helados te servirá para hacer las bolas con la misma cantidad de carne y que sean del mismo tamaño sin mancharte las manos.

En un plato con harina, vamos formando las bolas de carne con las manos, ( no te libras) reservamos. En una sartén con aceite de oliva, seamos generosos, vamos a freír, añadimos unas ramitas de romero fresco ( es opcional, aporta aroma y luego esas ramitas fritas de romero, las aprovechamos para el emplatado)

Freímos las albóndigas y las añadimos a la cazuela, dónde las daremos un golpe de calor con la tapa puesta de unos cinco minutos escasos.

Tenemos nuestro plato terminado para saborear, dónde quieras. Este plato es perfecto para llevar al campo, o degustar en casa, solo o en compañía. La carne de caza, en plato fino o en el monte siempre deliciosa.

Hasta en bocata están ricas…

 

Para el picoteo… Sábado y con compañía en casa ( de los que te meten la mano en las albóndigas según las estás sacando de la sartén jiji…) Hay que medio «engañarles» para un picoteo rápido acompañado de un vinillo a modo de tentenpié para que la cosa no se nos vaya de las manos y nos quedemos sin comer a su hora.

Cortamos unas rueditas de pan pequeñas (recuerda es picoteo) al que le untamos con un poco de mermelada de zarzamoras ( esa que hicimos hace unas semanas), colocamos una albóndiga recién sacada de la sartén y pinchamos con un palillo para que no se nos caiga. ( Para hacer la foto me costó un triunfo, pero las risas lo compensaron.)

Como primer plato:

Dicen que guiso reposado, guiso doblado. Además de ser una buena excusa para entrar en la cocina (a cocinar)

Tan sencillo como cocer unos espaguetis con unas hojas de laurel, escurrir y en una sartén con ajo laminado y una cayena desmenuzada, saltear y rectificar de sal.

Para el emplatado, ponemos la pasta en el medio y acompañamos con las albóndigas de corzo con tubis, bien calentitas. Según el cocinero (mi marido) Estaban más ricas con su pasta que el día anterior!!!

Razón no le quito a ver si se anima más veces a ponerse el delantal… jajaja

 

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